Subida al Camorro Alto

El pasado fin de semana ascendimos a la cumbre del Camorro Alto en el sur de la comarca de Antequera y desde donde se divisa toda la comarca, el Torcal y el valle de Abdalajís.


El camino fue duro, sobre todo para los que no estamos acostumbrados pero mereció la pena andarlo aunque termináramos reventados :)



Texto inscrito en una placa en la cumbre de la Maroma:

Aquí y ahora termina una ascensión
Aquí y ahora comienza otra.
Esta montaña es el centro del mundo
Esta montaña une el cielo con la tierra.
Esta montaña como toda montaña
es un lugar sagrado y por eso estas aquí...
Que el eje que une el cielo con la tierra
en este centro atraviese todo tu ser
y por ello, la energía que aquí fluye
te haga ser uno con el todo.
Envía al cielo tu mensaje:
El cielo ya te habrá respondido.
Así mucho antes que pienses en descender
la transformación habrá comenzado...

Sugerencias para contemplar la montaña:
Esfuérzate en poner atención a todo lo que te rodea. No pases deprisa por las cosas. Pon atención también a tus sensaciones internas. Disfruta de la salud y la fuerza que hay en tus piernas; contempla y aprende también tus limites.
Abre tus sentidos. Observa despacio el paisaje, sus colores, su tamaño, sus contrastes, su misterio... En algún momento cierra los ojos, nota el viento en tu piel, oye los sonidos de la montaña, huele los aromas que trae el aire...
Pregunta cuanto te apetezca saber. Cuanto más conozcas sobre la montaña, más puedes admirarla y disfrutar de ella. Cuenta tú también lo que sepas...
No te obsesiones con disfrutar, pues estarás ansioso y triste todo el día. Sólo vive atenta e intensamente todo lo que te pasa, todo lo que te rodea. El secreto para disfrutar de la vida no es pensar en el disfrute, sino concentrarse en la realidad que se está viviendo.
Despierta... La mayor parte de nuestro tiempo vivimos como dormidos, recordando el pasado, pensando en el futuro. Pero pasado y futuro sólo existen en tu mente, sólo el presente pertenece a la realidad. Detén tu mente y vive el "ahora". No pienses en nada. Sólo contempla.
Prueba a separarte un poco del grupo en algún momento, y vive la experiencia del silencio, del misterio.... Para el creyente es como acercarse a la presencia misterios y serena de Dios.

Meditación:

La grandiosidad de estas montañas, en medio de esta belleza estupenda, nos lleva a pensar en Dios. En el silencio inmenso de la montaña, ante la imponente majestad de los valles que poco a poco se suceden y se alzan hasta los picos aéreos y solitarios..., el hombre se siente pequeño, humilde, bueno, se capacita para valorarse como realmente es, una criatura minúscula ante la omnipotencia de Dios.

(Juan Pablo II.)